En la primera parte de
la Ética Spinoza define modo (modus) como las afecciones de la sustancia, o sea, aquello que es en otra cosa, por
lo cual también se la concibe (E1def5). La definición no comprende su
existencia necesaria, ni se le concibe de manera independiente, es decir, un
modo es ontológica y lógicamente dependiente de la sustancia.
Puesto que Dios es la
única sustancia –Dios es único, esto es,
que en el orden natural de las cosas no se da sino una sustancia
(E1p14cor1)--, se sigue que todas las
cosas son inherentes a Dios –los modos no
pueden ser ni concebirse sin la sustancia; por lo cual éstos sólo pueden ser en
la naturaleza divina y sólo concebirse por ella (E1p15dem).
Ahora bien, entre la
sustancia y los modos tiene lugar una relación de causalidad inmanente donde la
sustancia es causa de ser (causalitas
secundum esse) y causa de existir (causalitas
secundum fiere).
Dios
no sólo es causa de que las cosas empiecen a existir, sino también de que
perseveren en existir
(E1p24cor). En el orden natural de las
cosas nada se da contingente; sino que todo está determinado por la necesidad
de la naturaleza divina a existir y obrar de un cierto modo (E1p29).
Así, cada modo es
causalmente dependiente de la única sustancia, o Dios, siendo ésta su causa
eficiente absolutamente primera.
De
la necesidad de la naturaleza divina deben seguirse infinitas cosas en
infinitos modos
(E1p16)... la naturaleza divina tiene
absolutamente infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa también una
esencia infinita en su género, de su necesidad deben, pues, seguirse, infinitas
cosas en infinitos modos (E1p16dem)… Dios
es causa eficiente de todas las cosas (E1p16cor1).
Por tanto, Dios es causa
necesaria del ser de los modos –Dios no
sólo es causa de que las cosas empiecen a existir, sino también de que
perseveren en existir, o Dios es causa del ser de las cosas (E1p24cor).
Aquí debe señalarse que
un modo es sólo causado indirectamente por la sustancia. Éste es causado por
medio de los atributos divinos –pensamiento y extensión-- y es el resultado de la potencia de la esencia
divina --Por cuerpo entiendo el modo que expresa de cierto y
determinado modo la esencia de Dios, en cuanto se la considera como cosa
extensa (E2def1). Por idea entiendo un concepto del alma, que el alma
forma por ser una cosa pensante (E2def3). Así pues los cuerpos, las ideas y
los afectos son los únicos modos que percibimos.
Otra característica de
los modos es que son cosas particulares –Las
cosas particulares no son nada, sino afecciones de los atributos de Dios, o se a,
modos por los cuales se expresan de cierto y determinado modo los atributos de
Dios (E1p25cor). También las ideas y los estímulos corporales (cuerpos
externos) son cosas singulares --Las
ideas de las cosas singulares… como las esencias formales de las cosas
singulares, o modos, están contenidas en los atributos de Dios (E2p8). El cuerpo humano es afectado y dispuesto…
cuando algunas de sus partes han sido impulsadas por el cuerpo externo mismo
(E2p28dem).
Finalmente, los modos tomados
en su conjunto constituyen la natura
naturata –Por Naturaleza
naturalizada… entiendo todo aquello que
se sigue de la necesidad de la naturaleza de Dios, o sea, de la de cada uno de
los atributos de Dios, esto es, todos los modos de los atributos de Dios, en
cuanto se los considera como cosas que son en Dios y que sin Dios no pueden ni
ser, ni concebirse (E1p29esc).
alm
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