Primero es necesario distinguir entre el adjetivo ‘libre’
(liber) y el sustantivo ‘libertad’ (libertas). El adjetivo ‘libre’ no es lo
opuesto a ‘necesario’, sino a ‘compelido’:
Se dirá libre aquella cosa que existe por la sola necesidad de su naturaleza y se
determina por sí sola a obrar; pero necesaria, o mejor, compelida, la que
es determinada por otra a existir y operar de cierta y determinada manera.
(E1d7)
En este sentido sólo Dios es causa libre –Dios obra por las solas leyes de su
naturaleza y sin ser compelido por nadie (E1p17)-- y su voluntad es causa
necesaria –La voluntad no puede llamarse
libre, sino solamente necesaria. (E1p32)
Con esta definición Spinoza se opone a la tradición,
esto es, ser libre no es estar indeterminado u obrar sin causa. Spinoza rechaza
pues la doctrina de una voluntad libre o indeterminada:
En el alma no hay ninguna voluntad absoluta o libre, sino que el alma es
determinada a querer esto o aquello por una causa que también es determinada
por otra, y ésta a su vez por otra, y así hasta el infinito. (E2p48)
[L]os hombres se creen libres por esta sola
causa: porque son conscientes de sus acciones e ignoran las causas que los
determinan. (E3p2e)
Los hombres tienen la ilusión de ser libres porque son
conscientes de sus apetitos, mientras que desconocen las causas que los
determinan. No hay una voluntad libre; todas las acciones están determinadas
por causas y están sujetas a la ley de la necesidad. Aún la voluntad infinita
de Dios no puede llamarse ‘causa libre’, sino sólo ‘necesaria’, porque está
determinada por el atributo de pensamiento. De aquí no se sigue que la libertad
sea una ilusión, pues uno debe distinguir entre la necesidad interna de nuestra
naturaleza y las necesidades externas. Ser libre no consiste en hacer lo que
nos venga en gana, sino en guiarse por la razón.
Si bien el concepto de libertad (libertas) está ausente entre las
definiciones de la Ética, no hay ninguna duda de que se trata de la idea angular de la filosofía de Spinoza, pues justamente el propósito
fundamental de su filosofía es conducir al hombre a lograr su libertad.
Spinoza entiende por libertad la potencia de obrar (conatus) que está determinada por la sola
necesidad de la naturaleza del hombre. Al advertir la diferencia entre pasiones
y acciones; entre la vida pasiva que
es afectada por el exterior (que ‘responde’ o ‘reacciona’ pasionalmente a las
determinaciones externas) y la vida activa
que, por el contrario, es causa ella misma y no sólo efecto, esto es, la vida
que produce su propio movimiento (de dentro hacia afuera y no de afuera hacia
dentro, como en la pasión), Spinoza pone el acento en la vida que promueve la expansión y el
cumplimiento mismo del conatus:
Aparte de la alegría y del deseo, que son pasiones, se dan otros afectos
de alegría y deseo, que se refieren a nosotros en cuanto obramos [activamente]. (E3p58)
Como la razón no exige nada que sea contrario a la Naturaleza, exige,
por tanto, que cada cual […] busque […]
lo que le es realmente útil, y que apetezca todo lo que conduce realmente al
hombre a una perfección mayor, y, sobre todo, que cada cual se esfuerce, cuanto
esté en él, en conservar su ser. (E4p18e)
Y precisamente, la diferencia entre pasiones y
acciones, entre pasividad y actividad es la diferencia esencial entre lo que Spinoza
conceptúa como esclavitud y como libertad:
[V]eremos fácilmente en qué se diferencia el hombre
que es guiado por el solo afecto o por la opinión, del hombre que es guidado
por la razón. Aquél, en efecto, quiéralo o no, hace lo que mayormente ignora;
pero éste no complace a nadie sino a sí mismo, y sólo hace lo que sabe que es
primordial en la vida y que por ello desea en grado máximo; y por eso al
primero lo llamo siervo y al segundo libre.
(E4p56e)
El hombre libre en ninguna cosa piensa menos que en la muerte, y su
sabiduría no es una meditación de la muerte, sino de la vida. (E4p67)
Para Spinoza, la libertad consiste no en actuar
gratuitamente, sin causa ni razón, sino, al contrario, en actuar conforme a la
naturaleza necesaria del hombre; en obedecer el conatus racional y predeterminado de perseverar en su ser, actuando
en conformidad con ‘las ideas claras y distintas’ que muestran la racionalidad
universal. La libertad no sería otra cosa que el cumplimiento con la necesidad
propia de su esencia humana.
alm
2 comentarios:
Veo aquí una coincidencia con Nietzsche, a menos que Nietzsche cogiera la idea de Spinoza. Para N. ser libre es estar dterminado por uno mismo, y no serlo es estar dterminado por el otro, es decir por la reacción delente de la acción del otro.
También me parece coincidente con el último Foucault : ser libre es no ser esclavo del otro ni de uno mismo ( pasiones).
Incluso políticamente se podría relacionar con Petitt : libertad como no-dominación.
Un abrazo
Lo que puedo comentarte es que Nietzsche descubrió tarde las afinidades con Spinoza. Son pensadores que siguieron senderos paralelos en circunstancias personales e históricas difíciles. Un abrazo.
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