Francisco José
Martínez
MORFINO, Vittorio. Relación y contingencia, Brujas, Buenos Aires, 2010, 126 pp.
Nos
encontramos con un libro que reúne dos importantes trabajos de Vittorio Morfino
donde se
continúa su proyecto de construcción de un nuevo materialismo a partir del
círculo
hermenéutico
que conecta a Spinoza con Althusser o que contempla la obra de Spinoza
desde la
problemática althusseriana. Las dos tesis del libro son: que en Spinosa se puede
encontrar una
ontología de las relaciones que supone un primado de la estructura sobre sus
elementos, en
consonancia con las tesis althusserianas de los años sesenta y setenta, y que
se da en Spinoza
el primado del encuentro (contingente) sobre la forma, en consonancia
con el
materialismo aleatorio o materialismo del encuentro que Althusser desarrolló en
los
años ochenta.
Respecto a la
cuestión de la relación, Morfino parte de la prohibición aristotélica de pensar la
substancia como relación, el respeto de dicha prohibición por parte de Locke y Leibniz y su
olvido por Kant y Hegel. Para Morfino se trata de establecer una ontología de las relaciones
que no sea idealista ni teleológica y para ello parte de la obra de Enzo Paci,
fenomenólogo y
marxista italiano que se esforzó por construir una filosofía relacional no idealista
que excluye la identidad cerrada del universo y concibe la relación como
abierta, lo que permite
una ética relacionista basada en que el individuo puede organizar los elementos del mundo a
través de nuevas relaciones. Paci pasa de la noción de sustancia como lo que está en
sí a la noción de acontecimiento como aquello que existe por otro y en relación a otro.
Morfino se
pregunta por el estatuto de la relación en la obra spinoziana y constata
primero
su estatuto
mental y su cercanía a las denominaciones extrínsecas. Mientras que las
propiedades
remiten a la interioridad de una esencia, la relación se refiere a la
exterioridad
de una
existencia. Pero es en el tratamiento de las pasiones donde Morfino descubre la
importancia de
la relación en la obra de Spinoza. Partiendo de la traducción de la locución
“passionibus
obnoxious” como “atravesado por las pasiones”, Morfino constata que las
pasiones no
serían tanto propiedades de una naturaleza humana genérica sino más bien
relaciones que atraviesan al individuo constituyendo su imagen de sí y del
mundo. El individuo
en Spinoza no
sería una esencia ni un sujeto sino la relación entre un exterior y un interior
que se
constituye mediante las relaciones que establece con los demás individuos y
cosas
exteriores.
Vemos, pues, como se pasa de una noción de relación como mero ente de razón
a una noción
constituyente de relación, ya que las pasiones son relaciones que constituyen
tanto el
individuo aislado como el individuo social que es la multitud a través de la
práctica.
Retomando la
distinción de Leibniz entre las relaciones de comparación y las relaciones
de concurso,
Morfino dice que en Spinoza las relaciones entendidas como conveniencias
son entes de
razón, pero las relaciones entendidas como concurso son constitutivas en el
plano
ontológico.