21 mayo, 2021

AURELIO SAINZ PEZONAGA: NATURALEZA Y LIBERTAD EN SPINOZA

Aurelio Sainz Pezonaga

Naturaleza y libertad en Spinoza

En la filosofía de Spinoza, la libertad va unida a la causalidad necesaria y ésta es una propiedad tanto de Dios en cuanto naturaleza absoluta como de las infinitas cosas singulares. El artículo parte de esta teoría de la libertad para exponer que, gracias a ella, Spinoza puede defender la historicidad radical de los modos finitos, lo que incluye una comprensión del ser como causa y de la causa como inmanencia de Dios en las cosas y de las cosas en su interdeterminación. Spinoza nos alienta a entendernos, a la vez, como causas adecuadas y causas parciales de nuestra experiencia. 

Contrastes. Revista internacional de filosofía, vol. XXVI, no. 1 (2021), pp. 65-82.

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16 mayo, 2021

DIEGO TATIÁN: POTENCIA DE LA IMITACIÓN

CONGRESO INTERNACIONAL: A LOS TREINTA AÑOS DEL SEMINARIO SPINOZA (1990-2020)

ACTUALIDAD Y RELEVANCIA DE LA ÉTICA DE SPINOZA. NUEVAS TRADUCCIONES Y LECTURAS

28 de abril, 2021, Tercera sesión

Diego Tatián: Potencia de la imitación



15 mayo, 2021

EL 'CONATUS' COMO RELACIÓN

Alfredo Lucero Montaño

El conatus es el núcleo de la explicación de las pasiones o los afectos en Spinoza. El conatus es la potencia o el esfuerzo que constituye la naturaleza o esencia del individuo, aunque siempre "activo", no permanece inalterado. Está constantemente sujeto a cambios. El conatus puede disfrutar de un aumento o fortalecimiento, o bien, puede sufrir una disminución o debilitamiento. Un afecto es cualquier cambio en la potencia de actuar de un individuo, ya sea para bien o para mal.

Por afecto entiendo las afecciones del cuerpo, con las que se aumenta o disminuye, ayuda o estorba, la potenia de actuar del mismo cuerpo, y al mismo tiempo, las ideas de estas afecciones. (E3def3)

Aquí Spinoza nos dice implícitamente que un afecto no es la causa ni el resultado del cambio en la potencia de un individuo. Más bien, el afecto es la transición misma de una condición a otra. Uno experimenta o sufre un afecto, esto es, "un pasaje" [transitio]. Un afecto es el tránsito a una condición de menor perfección o a una condición de mayor perfección; no es el origen ni el producto del movimiento.

Un individuo puede ser activo o pasivo con respecto a cualquier cambio en su condición. Todo depende de si el aumento o la disminución de su potencia se produce en parte por la acción de cosas externas a él o desde dentro. Un afecto pasivo, o pasión, es un cambio en la potencia del individuo cuya causa(s), es decir, cuya explicación causal, no radica completamentete en el individuo mismo, sino en parte en cosas externas. Las pasiones son modificaciones de potencia a la baja que experimenta o sufre un individuo. Por otra parte, un afecto activo es un cambio en la potencia del individuo cuya causa adecuada radica completamente en el propio individuo.

Si uno se debilita por la interacción con otros individuos, objetos o acontecimientos, entonces la transición sufrida es un afecto pasivo o pasión. Si el fortalecimiento en la condición de uno se produce completamente a través de los propios recursos, entonces la transición experimentada es un afecto activo o acción.

Si bien las pasiones, o los cambios causados externamente, pueden ser para bien o para mal, las acciones son siempre mejoras en la potenica de un individuo. Si el individuo es por su naturaleza, como sabemos por el conatus, el esfuerzo en perseverar en su ser y aumentar su potencia, éste es el estado ideal hacia el que todo individuo, natural y necesariamente, es decir, objetivamente y por su naturaleza, se esfuerza.

Si el conatus es un estándar objetivo fundado metafísicamente para juzgar qué tan exitoso es un ser humano en perseverar en su ser y aumentar su potencia, entonces también puede servir como un estándar para juicios objetivos sobre lo que es bueno y malo.

Algo es verdaderamente bueno si contribuye y facilita el esfuerzo de un ser humano para mantener y aumentar su potencia general, y algo es realmente malo si interfiere o incluso debilita dicho esfuerzo.

Por bien entenderé aquello que sabemos con certeza que es un medio para acercarnos cada vez más al modelo de naturaleza humana que nos proponemos. Por mal, en cambio, aquello que sabemos con certeza que impide que reproduzcamos ese modelo. Diremos, además, que los hombres son más perfectos o imperfectos, en cuanto se aproximen más o menos a este modelo. Porque hay que observa, que, cuando digo que alguien pasa de menor a mayor perfección, y al revés, no entiendo que se cambie de una esencia o forma a otra; sino que concebimos que su potencia de obrar, en cuanto ésta se entiende por su naturaleza, aumenta o disminuye. (E4pref)

Lo que esto significa es que el hecho de que algo sea bueno o malo es relativo a su efecto sobre un individuo y su potencia, pero no es una cuestión subjetiva. Si algo "ayuda o restringe" la potencia de acción, de producir efectos, de un individuo (su conatus), ésta es una cuestión objetiva, independiente de la mente; es una cuestión relacional (no intrínseca) de la cosa, pero no obstante una cuestión objetiva.

Para Spinoza, nada es bueno en sí mismo, por sí solo, o "considerado en su propia naturaleza", ya que nada es bueno excepto en la medida en que sea causa de alegría en algún individuo, es decir, en la medida en que le sea útil en su esfuerzo. Spinoza afirma que “por bien entiendo aquí todo género de alegría y, además, cuanto conduce a ella” (E3p39e) Esto sugiere que hay una cosa que, para cualquier individuo, es buena por sí sola, y no meramente instrumental, como un medio para la alegría, a saber, el aumento de poder que es la alegría misma. Aparte del aumento de conatus que es alegría, sin embargo, todo lo demás es instrumentalmente bueno sólo como un medio para la alegría. Y la alegría en sí es buena sólo para el individuo que la experimenta. En otras palabras, ser bueno es, en todos los casos, incluida la alegría misma, una característica completamente relacional de una cosa o experiencia; es una función de la relación causal que la cosa guarda con otra.

24 abril, 2021

CONGRESO INTERNACIONAL: ACTUALIDAD Y RELEVANCIA DE LA 'ÉTICA' DE SPINOZA. NUEVAS TRADUCCIONES Y LECTURAS

CONGRESO INTERNACIONAL: A LOS TREINTA AÑOS DEL SEMINARIO SPINOZA (1990-2020)


ACTUALIDAD Y RELEVANCIA DE LA ÉTICA DE SPINOZA. NUEVAS TRADUCCIONES Y LECTURAS

28, 29 y 30 DE ABRIL DE 2021

Coordinación : Dr. Francisco José Martínez

Organiza: Seminario Spinoza

Patrocinan: Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades de Cuenca (UCLM) y Facultad de Filosofía de la UNED

Enlace del congreso: Pinchar aquí

A través del enlace es posible conectarse a las sesiones del Congreso vía Internet, pero conviene descargarse la aplicación Teams en el ordenador para un mejor funcionamiento de la conexión.



J. Sorolla, 
Retrato de Spinoza, Legado Luis Simarro, Biblioteca Histórica UCM

El pasado año 2020 se cumplieron treinta años de existencia del Seminario Spinoza que empezó su singladura en 1990 con un magno congreso celebrado en Almagro. Desde ese día prácticamente cada año el Seminario se ha reunido en diferentes formatos que han ido desde un par de conferencias a varios Congresos Internacionales cuyas actas se han publicado. Es el momento de recordar la labor meritoria de Atilano Domínguez el impulsor del Seminario desde su origen y Presidente de este durante la mayor parte de su duración. De igual manera hay que agradecer el apoyo que la Universidad de Castilla-La Mancha ha brindado al Seminario a lo largo de estos años sufragando actividades, publicando libros y apoyando su biblioteca. No podemos tampoco olvidar a nuestro entrañable amigo Eugenio Fernández que asumió la presidencia del Seminario en una situación vital crítica y la desempeñó con gran dedicación hasta su fallecimiento. Los estudios espinosianos en español le deben también mucho.

En esta ocasión las penosas y excepcionales circunstancias en las que nos encontramos nos ha obligado al formato on line. Esta es una nueva experiencia que aunque tiene inconvenientes obvios, fundamentalmente la falta del contacto humano, tiene en cambio la ventaja de facilitar la participación de investigadores extranjeros que normalmente no podemos invitar por los costes del desplazamiento.

El tema elegido es la importancia de la lectura actual del autor posibilitada por nuevas traducciones de sus obras. Cada traducción es una interpretación por lo que las nuevas traducciones a casi todos los idiomas filosóficos son testimonio de la necesidad de una reinterpretación del legado espinosiano que se añada y profundice la efectuada en los últimos años a partir de Negri, Deleuze, Misrahi y P. F. Moreau, entre otros.



28 DE ABRIL DE 2021

10-10:30 H

PRESENTACIÓN DEL CONGRESO

Francisco José Martínez, Presidente del Seminario Spinoza


10:30-12 H.

Josep Olesti (U. Girona): “Acerca de los modos. Con ocasión de una traducción de modus

Jesús Blanco (U. Santiago): “Las nuevas traducciones de la Ética de Espinosa en lengua portuguesa”


12:30-14 H.

Julián Carvajal (UCLM): “Spinoza y la literatura del Siglo de Oro español”

Dirk Noordman (Spinozahuis): ¿La Ética vulgarizada?


16-17:30 H.

Miquel Beltrán (U. Islas Baleares): “El amor de Dios por el hombre en Spinoza"

Diego Tatian (Conicet): “Potencia de la imitación”


18-19:30

Sergio Rojas (U. Costa Rica): “Similitud, simultaneidad y simpatía”

Luciano Espinosa (U. Salamanca): "El cruce de caminos entre panteísmo, panenteísmo, acosmismo y cosmoteísmo en Spinoza"



29 DE ABRIL DE 2021


10-11:30 H.

Daniel Pino (U. Sevilla): “La epistemología de la conspiración a la luz de la crítica spinoziana a la superstición”

Juan Domingo Sánchez (UCM): “La Ética de Spinoza según Louis Althusser”


12-13:30 H.

Sara Reyes (U. La Laguna): “Leyes de cruce. Belleza, lógica y naturaleza en Spinoza”

Vicente Hernández Pedrero (U. La Laguna): “¿Qué puede un cuerpo? Aproximación desde las nociones comunes”


16-17:30 H.

Alfredo Lucero Montaño (Spinozianas, U. A. Baja California): “De ella queda algo que es eterno”

Mariana Gainza (U. Buenos Aires): “El estatuto problemático de lo 'no existente' en la Ética de Spinoza”


18-19:30 H.

Guadalupe González (U. Montreal): "Spinoza y la cábala: estado de la cuestión"

Francisco José Martínez (UNED): “Una lectura evolutiva y relacional de la racionalidad espinosiana”



30 DE ABRIL DE 2021


10-11:30 H.

Aurelio Sainz Pezonaga (UCLM): "En torno al deseo de entender en la Ética de Spinoza"

Rosa Sala (Grup d'estudis spinozians de l'Ateneu barcelonés): “Fluctuatio animi”


12-13:30 H.

Diogo Pires (U. Nova Lisboa): “La Ética como obra de arte”

Mª Luisa Ribeiro (U. Lisboa): “Poderemos apelidar de "desencantada" a Ética de Espinosa?”


16-17:30 H.

P. F. Moreau (ENS Lyon): “Les problèmes de la nouvelle édition de l’Éthique

Jimena Solé (U. Buenos Aires): “¿Por qué leemos a Spinoza?”


18-19:30 H.

Asamblea Seminario Spinoza

25 junio, 2020

XV COLOQUIO SPINOZA - "EL SPINOZISMO COMO FORMA DE VIDA"



El presente volumen reúne algunos de los escritos presentados en el XV Coloquio Internacional Spinoza que tuvo lugar entre los días 3 y 7 de diciembre de 2018 en Ascochinga, Córdoba. El encuentro reunió a un grupo de especialistas de distintas partes de Argentina, Brasil, Chile, México y Costa Rica, pero también a estudiantxs y lectorxs que encuentran en la obra del filósofo holandés una referencia para pensar sus prácticas vitales, artísticas y políticas. La invitación de este Coloquio consistió en pensar al spinozismo como forma de vida. Se trata de una consigna amplia: Spinoza es un autor clásico y la interrogación por lo que significa llevar una vida tocada por la filosofía atraviesa toda su obra. Los textos aquí reunidos se organizan en torno a cinco trayectos que guardan algunas proximidades temáticas. Entendemos que cada trayecto muestra una forma de abordar la consigna del Coloquio. La disposición de los textos no es la única posible.
Cecilia Paccazochi y Valentín Brodsky, editores

22 junio, 2020

FEMINISMO Y HETERODOXIA: SPINOZA SEGÚN MOIRA GATENS

Hasana Sharp




Según la influyente narrativa de Jonathan Israel, Spinoza introdujo "el cambio más decisivo en la historia de las ideas en los tiempos modernos". El monismo de la sustancia de Spinoza, en su versión a veces exagerada, demolió efectivamente las bases de la autoridad tradicional, socavando toda justificación posible de una jerarquía humana. El Tratado teológico-político de Spinoza fue criticado como el "libro más pestilente" en virtud de su amenaza sin precedentes para la autoridad clerical y las divisiones sociales que ella defiende. Spinoza, en esta narrativa, expuso los diversos soportes y amarres del poder abusivo que estropean la historia humana. Liberado de las ideologías y cosmologías ilusorias que preservan el poder de unos pocos contra los muchos, Spinoza proporciona la base teórica y los argumentos políticos para la afirmación más inflexible de los valores de la Ilustración: "tolerancia, libertad personal, democracia, igualdad racial y sexual, libertad de expresión, emancipación sexual y el derecho universal al conocimiento e 'ilustración'”.

Lo de Israel es una inequívoca celebración de Spinoza como un iconoclasta que rompió firmemente con las ideas opresivas de su época. Versiones menos enfáticas de esta narrativa son comunes en los estudios sobre Spinoza. Al igual que Israel, Stephen Nadler se deleita en poner en primer plano los escándalos que provocó Spinoza. En efecto, su Tratado teológico-político fue denunciado como "un libro forjado en el infierno… por el mismo diablo". La versión de Nadler no enfatiza tanto el igualitarismo radical de Spinoza como su anticipación de la moral secular. Otros, como Yirmiyahu Yovel y Steven B. Smith, interpretan a Spinoza como el primer "judío secular", anticipando el sentido común del liberalismo de hoy en día, que separa juiciosamente la moral personal de los deberes públicos. Lo que estas narraciones tienen en común es que la herejía y el radicalismo de Spinoza con respecto a su propio tiempo deben ser admirados especialmente en la medida en que respaldan los valores que nosotros (o al menos estos autores) compartimos hoy. Spinoza fue expulsado y maldecido por su propia comunidad, decidido a oponerse a los puntos de vista ampliamente sostenidos de su propio tiempo, pero tal heroísmo produjo el secularismo de la Ilustración que muchos de sus seguidores defienden. La heterodoxia de ayer ha hecho posible la ortodoxia del pensamiento correcto actual.


10 febrero, 2020

COMUNIDAD


Diego Tatián


Diego Tatián, “Comunidad”, en La cautela del salvaje. Pasiones y política en Spinoza. Adriana Hidalgo (ed.), Buenos Aires, 2001, pp. 195-217.

No obstante la burla de los satíricos, el desprecio de los teólogos y la alabanza melancólica de la vida inculta, “de la sociedad común de los hombres nacen muchos más beneficios que daños”; esa “sociedad común” despeja de la vida de los hombres el estado de sometimiento propio de la circunstancia natural, y prepara la más libre forma de existencia humana, que llamamos aquí estado de comunidad. Éste es la conformación a la que tiende la sociedad común en cuanto impera en ella la razón. Si, como hemos visto, autonomía y soledad son dos conceptos contrapuestos --es decir: la soledad conlleva heteronomia y sometimiento, no libertad--, Spinoza considera la vida en común, ante todo, como un espacio de liberación. Un primer y más elemental estadio social se encuentra determinado aún por nociones negativas como las de miedo, esperanza, castigo, premio, intervenciones extrínsecas por parte del poder común sobre los afectos de los súbditos para su despojo de todos aquellos derechos cuyo ejercicio podrían retrotraer la existencia colectiva a formas de libertad mínima. Sin embargo, junto a esas nociones negativas que permiten una primera institución de lo social, Spinoza coloca una que no lo es. Se trata de una noción, presente tanto en la parte IV de la Ética como también en los tratados políticos, que concentra --junto a la amicitia y la generositas-- uno de los aspectos decisivos de la forma política pensada como comunidad de las potencias en el modo de una democracia positiva, a saber el concepto de auxilium --que tal vez pueda ser traducido por “solidaridad”. Amistad, generosidad y solidaridad son las tres formas que el hombre libre, siempre que le sea posible hacerlo, establece con sus semejantes.

Auxilium es el contraconcepto de solitudo; si ésta nos expone siempre al poder de otro,
aquél abre la posibilidad de una autonomía común, la posibilidad de ser sui juris, pues “sin solidaridad (mutuo auxilio) los hombres viven necesariamente en la miseria y sin poder cultivar la razón”. La solidaridad humana es la forma política que –si consideramos al hombre singular-- adopta lo que en el capítulo III del TTP Spinoza había definido como Dei auxilium externum, es decir todo aquello que es útil al hombre para su conservación pero que no proviene de su propia naturaleza ni de su sola actividad; en tanto que el poder divino presente en el hombre por el cual éste persigue su propia utilidad es llamado por Spinoza Dei auxilium internum, auxilio interno de Dios. Si consideramos ahora no ya a los hombres singularmente tomados sino en conjunto, en tanto comunidad, las formas de solidaridad que la constituyen como tal resultan de un poder divino interno a su propia conformación común. La solidaridad, por consiguiente, es una manera de afirmación de la potencia individual y colectiva, a la vez que una forma de resistencia a todo lo que se contrapone a ella: “…los hombres se procuran con mucha mayor facilidad lo que necesitan mediante la solidaridad (mutuo auxilio) y sólo uniendo sus fuerzas pueden evitar los peligros que los amenazan por todas partes…” (E, IV, 35, esc.). Solidaridad y composición de fuerzas redundan pues en el estado de comunidad, establecen los principios de una política spinozista.

La parte IV de la Ética explicita un programa según el cual los hombres puedan vivir en la concordancia y en la solidaridad (homines concorditer vivere et sibi auxilio esse possint) (E, IV, 37, esc. 2). Pero Spinoza realiza allí una demarcación importante: la singularidad del concepto de auxilium radica en que no es un afecto, ni la resultante de un afecto, sino algo más bien propio de quien vive ex ductu rationis. En primer término deberemos diferenciar la solidaridad de la misericordia: es necesario ser solidario con el prójimo (proximo auxilio) pero no por “mujeril misericordia (non ex muliebri misericordiâ)” sino únicamente porque comprendemos su utilidad para la vida en común; asimismo, en otro pasaje Spinoza desmarcará el auxilium de la conmiseración (commiseratio), que en cuanto tristeza es de por sí “mala e inútil”. ¿Por qué mala? Porque sólo reproduce en quien la experimenta la miseria que la motiva; sume en la tristeza, impide el pensamiento, inhibe la actividad. ¿Por qué inútil? Porque al igual que el odio, la burla o el desprecio, se trata de una pasión derivada de la incomprensión y de la ignorancia respecto de la necesidad de la naturaleza divina y del modo como ésta se expresa y produce; consiguientemente, la commiseratio redunda casi siempre en perjuicio --claro que, dice Spinoza, quien carece de solidaridad y también de conmiseración merece el apelativo de inhumanus--: “…quien acostumbra a ser tocado por la conmiseración y se conmueve ante la miseria o las lágrimas ajenas, suele hacer cosas de las que luego se arrepiente, tanto porque, si nos guiamos por el mero afecto, no hacemos nada que sepamos con certeza ser bueno, como porque las falsas lágrimas nos embaucan fácilmente. Y aquí hablo del hombre que vive expresamente bajo la guía de la razón. Pues quien no es movido ni por la razón ni por la conmiseración a ser solidario con otros, merece el nombre de inhumano que se le aplica” (E, IV, 50, esc.).

27 enero, 2020

SPINOZA. CUERPO Y AMOR FRENTE A LA MODERNIDAD CAPITALISTA

José Ezcurdia


El presente texto –Cuerpo y amor frente a la modernidad capitalista. A propósito de Spinoza, Bergson, Deleuze y Negri. UNAM / Itaca, México, 2018--  tiene como objeto abordar una doble constelación de autores que, desde la perspectiva del vitalismo y el materialismo, hacen de la trabazón de las nociones de cuerpo y amor la determinación de un marco de experiencia que se resuelve en un horizonte crítico de la modernidad capitalista: Spinoza-Bergson-Deleuze por un lado, y Spinoza-Deleuze-Negri por otro. Las nociones de cuerpo y amor se revelan en el tejido fino de la arquitectura conceptual de los autores referidos como brújula para hacer inteligible, nos atrevemos a señalar, quizá la dimensión más profunda de sus planteamientos ontológicos, epistemológicos y ético-políticos, en el plano mismo de la crítica a una modernidad capitalista que, aun cuando en muchos sentidos es fuente de un proceso emancipatorio, se afirma en última instancia como un proyecto de dominación fincado en la esclavitud y el exterminio. El vitalismo y el materialismo que hilvanan Spinoza, Bergson, Deleuze y Negri gozan de un talante crítico sin el cual sus tesis capitales carecerían de sentido. La crítica a la modernidad es el punto de fuga a partir del cual el conjunto de su reflexión filosófica afirma un carácter libertario que es su razón de ser y su motor interior.

Spinoza se constituye como el pilar que sostiene el vitalismo y el materialismo de Bergson, Deleuze y Negri. Spinoza, a partir de la noción de causa inmanente, hace justo de las nociones de cuerpo y amor tanto el bastión de resistencia y la atalaya crítica contra la metafísica de la trascendencia y los regímenes monárquicos que de ésta se desprenden, como el fundamento para desarrollar una crítica contra un Estado moderno que cede ante los encantos de la trascendencia misma, que se muestra como dispositivo privilegiado de dominación. La inmanencia spinoziana –que cobra contenido en la experiencia de un cuerpo vivo henchido de amor– anima desde dentro las diversas evoluciones teóricas que Bergson, Deleuze y Negri desarrollan a lo largo de su obra. La lectura de Spinoza es un momento insoslayable en la articulación de las concepciones filosóficas de los autores señalados: la duración y la sociedad abierta bergsoniana, el Cuerpo sin Órganos (CsO) y la potencia de lo menor deleuziana, así como la multitud de Negri, capaz de dar lugar a la producción de lo común; establecen una secreta correa de transmisión que, toda vez que cobra significación en función de su satisfacción como marco crítico a la modernidad capitalista, tiene precisamente en Spinoza su suelo teórico principal. De igual manera, las lecturas que Deleuze y Negri realizan, el primero sobre Bergson y el segundo sobre Deleuze mismo, aparecen como momentos interesantes en la progresión de la constelación teórica que nos ocupa, en relación a la significación del vitalismo y el materialismo como horizonte crítico de la modernidad capitalista: el materialismo –en el propio arcoíris conceptual Spinoza-Bergson-Deleuze-Negri– se revela como un vitalismo en el que la vida misma y el amor son el principio para abordar la cuestión de la libertad como expresión mayor de la materia viva. El vitalismo por su parte asume por principio su necesaria dimensión materialista, anclada en el cuerpo como fondo activo de la vida misma y lo real, que encuentra su satisfacción en el ámbito ético-político, en tanto producción de una comunalidad que no renuncia al gesto diferencial: creación, resistencia y libertad aparecen de este modo como preocupaciones fundamentales de un vitalismo materialista o un materialismo vitalista que, en el propio horizonte del cuerpo y el amor, planta cara a las imposturas de una modernidad capitalista que al amparo de la retórica de la democracia, la ciencia, la historia y el Estado mismo –formas éstas que reinstauran de diversa manera a la trascendencia misma como dispositivo de dominación– afirma un proyecto civilizatorio que se resuelve en una suerte de barbarie que quizá en el nihilismo tiene su nota fundamental. Evidentemente, la reflexión filosófica de los autores abordados es compleja y presenta diversos planteamientos que son merecedores de extensos análisis.

Nuestra intención no es agotar el complejo andamiaje teórico de los autores revisados. Nuestro propósito no es tampoco mostrar exhaustivamente las implicaciones y los puentes documentados que sus reflexiones guardan entre sí. Nuestro cometido recae en el estudio y la determinación general justo de un vitalismo materialista (o un materialismo vitalista), que en el ámbito de la ontología, la ontología política y la ética vela por la restitución al cuerpo vivo de los afectos que efectúan su propia potencia, haciendo posible llevar a cabo justo una reflexión filosófica dotada de una dimensión crítica: son los tópicos del cuerpo y el amor que orientan la reflexión de Spinoza, Bergson, Deleuze y Negri en la senda de la crítica a la modernidad capitalista, el objeto de nuestra atención. Cuerpo y amor aparecen como las directrices para rastrear la orientación y los alcances de la crítica que los autores señalados realizan sobre la modernidad capitalista. Cuerpo y amor se constituyen como los conceptos clave que articulan la mirada crítica que sobre la modernidad dichos autores realizan, otorgándole a su filosofía misma una dimensión vital. Las nociones de cuerpo y amor se revelan, en suma, como la guía con la cual pretendemos dar cuenta del encabalgamiento de la reflexión filosófica de los autores señalados, sopesando la forma de los días que nos son dados vivir, midiéndolos justo con la regla que implica la propia noción spinoziana de un cuerpo henchido de amor, que aparece a la vez como fondo mismo de lo real y como realidad ético-política que ha de ser producida.

El individuo superior spinoziano, la sociedad abierta bergoniana, el devenir indio y la producción de pueblo de Deleuze, así como la propia comunalidad de Negri, se muestran en este sentido como una valiente y lúcida intervención en el panorama filosófico contemporáneo, renuente a encarar las devastadoras implicaciones de la propia modernidad capitalista. El propósito del presente trabajo es ofrecer pistas de lectura e interpretación de su trabajo mismo, plegándonos a algunos de los gestos fundamentales en los que se vertebra justo su dimensión crítica.

 J. E.

03 octubre, 2019

LAS ENSEÑANZAS DE LA ÉTICA DE SPINOZA

María Jimena Solé
Traducción Alfredo Lucero Montaño
En el Tratado teológico-político (TTP), Spinoza postula que “el fin de la filosofía no es otro que la verdad”. Esta descripción se completa con las primeras páginas del Tratado de la reforma del entendimiento (TdIE), donde Spinoza presenta sus propios motivos para recurrir a la reflexión filosófica. En estas páginas, Spinoza afirma que la reflexión sobre la cuestión de si existe un bien verdadero, se originó por su experiencia de un sentido de futilidad relacionado con la mayoría de las cosas que suceden en la vida cotidiana. Esta experiencia le hizo preguntarse si había un bien que, en sí mismo, lograra afectar al espíritu y le hiciera “gozar eternamente de una alegría” de una manera consistente. Por ello, la necesidad de la búsqueda de la verdad se le impuso como resultado de lo que podríamos llamar una experiencia de vida.
Pero el deseo de encontrar el bien verdadero implicaba un cambio completo en su forma de vida. Tuvo que abandonar la búsqueda de lo que las personas generalmente asocian con los bienes más importantes: la riqueza, el honor y los placeres corporales, ya que éstos son bienes manifiestos e inseguros que distraen la mente y dejan a aquellos que los persiguen en un estado permanente de insatisfacción. Además, dice, a menudo terminan poniendo en riesgo la vida de la persona que los persigue cuando son buscados como bienes en sí mismos y porque representan ciertos males. En cambio, Spinoza escribe: “el amor hacia una cosa eterna e infinita apacienta el ánimo con una alegría totalmente pura y libre de tristeza, lo cual es muy de desear y digno de ser buscado con todas nuestras fuerzas”. Spinoza admite, sin embargo, que no es capaz de realizar tal cambio. Reconoce que no puede dejar de ser afectado por la codicia, la lujuria y la gloria.
Entonces, ¿cómo se logra cambiar la forma de vivir de acuerdo con los requisitos de la filosofía? ¿Cómo se puede dejar atrás el modo de vida vulgar que relaciona la felicidad con los conceptos de riqueza, honor y placer para convertirse completamente en un reflejo del verdadero bien, en la búsqueda de la felicidad auténtica? La respuesta de Spinoza apunta a la posibilidad de reemplazar el círculo vicioso, que amenaza a la filosofía en convertirla en inocua, en un círculo virtuoso que refuerce constantemente su propia necesidad. Escribe: “Sólo veía una cosa: que, mientras mi mente se entregaba a esos pensamientos, se mantenía alejada de aquellos otros y pensaba seriamente en la nueva tarea. Esto me proporcionó un gran consuelo, puesto que comprobaba que esos males no eran de tal índole que resistieran a todo remedio”.

Hacer clic aquí: Reflexiones Marginales 53

26 septiembre, 2019

SPINOZA, FILOSOFÍA DE LA LIBERACIÓN

Diego Tatián


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En este ensayo, Diego Tatián interpreta la filosofía de Spinoza no como una filosofía de la libertad sino como una filosofía de la liberación. Los seres humanos, originaria y naturalmente sujetos a la adversidad y la servidumbre, conquistan la libertad a través de la vida política y el pensamiento (en Spinoza hay un contenido filosófico de la política y un contenido político de la filosofía). La perspectiva emancipadora que se pone en juego se basa en una ontología que rompe con la oposición clásica entre libertad y necesidad. Más bien, la construcción spinozista de la libertad (liberación) prescinde de la noción de "libre albedrío" y la somete a una crítica filosófica. La libertad que resulta de la filosofía de la inmanencia es pública, una forma de vida colectiva que establece las condiciones materiales, sociales y políticas que permiten que el poder individual y común se manifieste en acciones, para desarrollar el poder de pensar de que es capaz y expresarlo en el debate civil. Spinoza llama a la democracia la existencia colectiva así organizada y la contrasta con el "estado de soledad".

Palabras clave: libertad, necesidad, servidumbre, afectos, democracia