Vidal Peña
ANÓNIMO CLANDESTINO (siglos XVII y XVIII). La vida y el espíritu del señor Benedicto de Spinoza o Tratado de los
tres impostores (Moisés, Jesucristo y Mahoma), introducción y traducción
Pedro Loma, Tecnos, Madrid, 2009, 512 pp.
En su muy interesante estudio preliminar, Pedro Lomba da cuenta de la
compleja y curiosa historia del texto que se nos presenta aquí como de autor
«anónimo clandestino». En realidad, se trata de dos textos, editados en fechas distintas y
alejadas (1719 y 1768); Lomba los traduce sucesivamente, advirtiendo que el
segundo consiste en una reelaboración, en ciertos aspectos, del primero.
El de 1719 se editó en Holanda con el título La Vie et l’Esprit de Mr. Benoît de Spinosa,
y ha solido atribuirse (sobre todo su primera parte, una Vida de Spinoza) a Jean
Maximilien Lucas, médico calvinista francés refugiado en Holanda y admirador
del filósofo. Junto a esa Vie,
la obra contenía (en su segunda parte, la del Esprit), menciones más o menos parafraseadas
de ciertos textos de Spinoza, de Hobbes y de algunos autores de la tradición
«libertina» (Naudé, Vanini, etc.), a través de los cuales planteaba la crítica
a los «tres impostores» (Moisés, Jesucristo y Mahoma) en cuanto fundadores de
religiones promotoras del engaño teórico por interesados motivos prácticos,
político-sociales. Recordaré por mi parte que entre nosotros, hace años,
Atilano Domínguez, en su edición de las Biografías
de Spinoza (Madrid, Alianza, 1995), informaba de los problemas
originados por aquella atribución a Lucas de esta Vida (entre otras cosas, a causa de las
coincidencias entre ella y la biografía de Spinoza, por Colerus, de 1705).
Ahora, Pedro Lomba recoge resultados de los estudios más recientes (sobre todo,
los de Françoise-Charles Daubert), que lo llevan a interpretar este libro de
1719 como colectivo,
aunque tal vez fruto de ampliaciones sobre una «matriz» de Lucas.
El segundo texto, de 1768, fue editado en Francia por los ilustrados
radicales Naigeon y el barón de Holbach, cuyo radicalismo propiciaba aquella
presentación de las religiones como imposturas. Bajo el nuevo título de Traité des trois imposteurs,
elaboraba en seis capítulos los veintiuno de la obra de 1719, suprimiendo la Vie y fragmentos de la parte
del Esprit, y
uniformando la extensión dedicada a cada uno de los «tres impostores». El
carácter «anónimo y colectivo» de la obra se traslada a esta segunda versión
parcialmente modificada.
Ahora bien, el estudio de Lomba reconduce su crítica textual hacia
marcos histórico-filosóficos más generales. Subraya un contexto de especial
interés: en los siglos XVI y XVII circuló una leyenda bibliográfica sobre la
existencia de un misterioso libro De
tribus impostoribus, presuntamente compuesto en la Edad Media;
libro fruto de un espíritu herético abominable (pero potencialmente fascinante)
que pretendía desacreditar las trampas del judaísmo, cristianismo e islamismo.
Aquel libro inexistente fue,
claro está, buscado en vano... hasta que algunos decidieron escribirlo, trocando así
la leyenda en realidad. Quienes procuran «rellenar el vacío» mediante versiones
sucesivas y acumulativas que van produciendo al fin el libro buscado lo hacen
desde un talante antirreligioso que procede del ámbito del libertinismo erudito. Los
textos de 1719 y 1768 aquí traducidos nacerían de esa labor.